Este 8 de marzo las feministas nicaragüenses volvieron a salir a las calles de San José Costa Rica coreando la consigna, “Marchamos aquí, no puedo en mi país”. PBI acompañó el bloque de mujeres refugiadas en la marcha.
Desde hace 7 años años las nicaragüenses refugiadas en Costa Rica, a causa de la persecución política, participan en las marchas del 8M organizadas en este país. Acá piden libertad para las presas políticas y cantan consignas como «Mujeres exiliadas, jamás silenciadas» o «Florecerás Nicaragua, libre y feminista» junto con las compartidas con el movimiento de mujeres costarricense como «Ni una menos, libre nos queremos» uniéndose así a la denuncia sobre el aumento de los femicidios en el país de acogida donde también son asesinadas mujeres nicaragüenses.
La Red de mujeres pinoleras – REMUPI-, organización acompañada por PBI, publicó un comunicado en Redes sociales donde denuncian:
“El avance de políticas conservadoras y patriarcales que buscan despojar a las mujeres de nuestros derechos conquistados con lucha y organización. La precarización laboral y la explotación de las mujeres migrantes en Costa Rica, quienes enfrentamos dobles y triples jornadas sin acceso a derechos básicos. La falta de protección efectiva para mujeres refugiadas, incluyendo el acceso a la regularización migratoria y la seguridad frente a la violencia machista. La criminalización de la protesta y la represión estatal contra quienes defienden derechos humanos en Nicaragua y en toda la región”
La colectiva feminista Las Malcriadas, aprovechó también el 8 de marzo para exigir pruebas de vida de la activista feminista y periodista Fabiola Tercero, quien se encuentra desaparecida desde el 12 de julio de 2024, día que fue detenida y desde entonces no se tienen noticias de su paradero.

En la marcha en San José, varias activistas portaban carteles exigiendo la libertad de Fabiola Tercero.
Desde PBI reconocemos la valentía y resistencia de las mujeres defensoras nicaragüenses que lejos de ser silenciadas han consolidado su activismo desde el exilio, fortaleciendo alianzas con las organizaciones de mujeres en Costa Rica y otros países de la región.